Esta entrada evidencia la necesidad de la implantación de la inspección de los edificios. Nada más entrar en la última vivienda deshabitada de un edificio de tres plantas comprobamos un nivel de deterioro que nos obligó a tomar medidas drásticas: apuntalamiento y desalojo. La filtración de agua de la cubierta afectó al forjado de hormigón armado con la corrosión del armado llegando a la rotura de la viguetas. Una inspección temprana hubiera detectado las filtraciones de agua pudiendo intervenir a tiempo evitando una reparación costosa.